Bidinte, 26 de marzo

ACAMPAMENTOS

“LA CULTURA ES UN LAZO DE UNIÓN ENTRE LOS PUEBLOS” figuraba en la base del escenario del festival Sáhara en el Corazón II, celebrado en la primavera del 2.000 en el campamento de refugiados saharauis de Smara, en la hamada argelina.

Cuando le llega el turno, Bidinte se sincera con sus hermanos africanos. Está fascinado por la alegría que los niños saharauis derrochan dentro y fuera de las jaimas, y confiesa, emocionado, su compromiso de rezar cada noche de su vida para que esos niños logren un día volver a su tierra liberada.

Han pasado 18 años y su deseo desgraciadamente no se ha realizado. Esos niños hoy son hombres que se preguntan ¿si no es mejor volver a la guerra contra Marruecos, el invasor inclemente? La paciencia tiene un límite. Pero sus mayores, con Brahim Gali al mando, siguen empeñados en la vía pacífica y han desplegado una estrategia diplomática en todos los frentes posibles, dejando al descubierto la falacia y la desvergüenza de las potencias mundiales, cuyos líderes deben soportar fuertes dolores en las cervicales de tanto mirar hacia otro lado.

La reflexión de Bidinte, tras su paso por el Sáhara en el Corazón, no se hizo esperar. Lo hizo a su manera, en una extensa canción publicada en 2001 en su disco Iran di Fanka’s, titulada “Acampamentos”.

“Un día, andando por el mundo
llegué a los campamentos
y vi gente sufriendo.
Me dijeron que había llovido
pero Dios se bebió todo el agua.
Los ojos de aquellos niños
provocaron mi tristeza.
Pero su esperanza es tanta
como los mares inmensos.

¡Campamentos!
Tarde o temprano,
dejaréis los campamentos.

Decidle a las madres,
cuyos hijos partieron,
que no lloren más
que un día sus
hijos volverán a casa.
Culuna, ay, Culuna
Culuna, tu hijo primogénito
vaga por el mundo.
Decidle al Sáhara
que no llore más
que un día sus hijos
todos volverán a casa.
Aziza, ay Aziza
Aziza, tu hija
vaga por el mundo.”

Todo a un ritmo trepidante y alegre, para quitarse las penas bailando.

A mitad de la canción aparece el Bidinte profesor sacando lecciones de la historia reciente del continente africano:

“Hay guerrillas en la tierra
blancos poderosos en el cielo.

Quemaron Angola
La guerrilla es la que manda
Quemaron Ruanda
La guerrilla es la que manda
Quemaron Etiopía
La guerrilla es la que manda
Quemaron Somalia
La guerrilla es la que manda
Quemaron Senegal
La guerrilla es la que manda
Quemaron Kinsasa
La guerrilla es la que manda
Quemaron Guinea-Bissau
La guerrilla es la que manda
Quemaron Mozambique
La guerrilla es la que manda.

Africa agoniza
y el mundo entero cierra el pico.
Si Africa muere,
el mundo entero se derrumbará.”

Y termina con una visión apocalíptica de todo el planeta, si todo sigue igual:

“Las Américas se quemarán
El mundo entero se derrumbará
Europa se quemará
El mundo entero se derrumbará
Asia se quemará
El mundo entero se derrumbará
Australia se quemará
El mundo entero se derrumbará

Africa agoniza
y el mundo entero cierra el pico
Africa pide socorro
y el mundo entero le da la espalda
Africa muere de hambre
y el mundo entero despilfarra comida
Africa multiplica la pobreza
y el mundo entero derrocha dinero

Quemaron Santo Domingo
La guerrilla es la que manda
Quemaron Zinguinchor
La guerrilla es la que manda
Quemaron B’banda
La guerrilla es la que manda
Quemaron Botsuana
La guerrilla es la que manda.”

En Nubenegra siempre hemos intentado imaginarnos a Bidinte cantando esa canción en los campamentos, ante los niños, los jóvenes, los adultos y los ancianos saharauis. Insha’Alláh.
En su actuación en el festival contó con la colaboración de Nayim Alal. Como de costumbre buscando siempre el concurso de los mejores guitarristas.

AWINI y ALANA

Dos años antes, a mediados de julio de 1998, una noche en Suristán, como preámbulo a su concierto, Bidinte sorprendió a toda la concurrencia presentándose al escenario con sus dos hijas.

Awini, la mayor, y Alana, dos años más pequeña. Él, con la guitarra, sentado entre las dos, organizando el precioso mini concierto de sus niñas. Tres canciones que saben a gloria, de las que no voy a hacer ningún comentario, salvo la cara de felicidad -como nunca- del orgulloso padre.

Si algún criollo-parlante se apiada de nosotros y nos envía las letras, las publicaremos de inmediato.

Hoy, 26 de marzo de 2018, hace tres años que Bidinte nos dejó. Fue en su Guinea-Bissau.

2 respuestas a «Bidinte, 26 de marzo»

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