1 de abril de 2019.
– ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡Han pasado 25 años!
– Si parece que fue ayer.
– El 1 de abril de 1994, una nube negra se vislumbraba en la lejanía del horizonte.
– ¿Traerá mucha agua esa nube negra?
– El tiempo lo dirá.
Y el tiempo lo ha dicho. ¡Vaya que si lo ha dicho!
Han florecido 1.058 canciones en cerca de un centenar de discos.
Afortunadamente no escuché las voces agoreras que me decían:
¿Qué vas a hacer con esos viejos cubanos ya jubilados que casi no se tienen en pie?
Espera a verlos en un escenario. Son cinco músicos que cuando la emprenden con una canción llenan todo espacio sonoro de modo que nadie es capaz de meter una nota más en ella.
Reventaron la Casa de América en su debut en España. Los 10 días de gira previstos se convirtieron en 40, cruzando la península de lado a lado varias veces.
Y, gracias a la VIEJA TROVA TROVA SANTIAGUERA, la nube negra arrancó, se arraigó y se convirtió en NUBENEGRA. Con las nutrientes más prodigiosas de las tierras más inesperadas.
Va por vosotros: Amado, Pancho, Aristóteles y los dos Reinaldos. Y también por los que los habéis acompañado al más allá: Imanol, Marcelino, Baba, Jeirana, Bidinte, Mariem… Y por todos los que seguís en este incierto territorio que nos ha tocado vivir, defendiendo cada corchea, cada nota, en calles, escenarios, platós, redes, plazas, teatros, festivales, garitos y auditorios.
Habéis entregado lo más excelso de vuestra persona, sembrado el arte y recogido una enorme cosecha que desborda todos los pronósticos.
Hoy, como no podía ser de otro modo, lo celebramos con ellos, con un tema de esencia ritual al que los viejitos le imprimen un cierto aire sonero, “Yo son gangá”.
¡TODOS SOMOS GANGÁ!
M.D.
Un cuerpo de obra extraordinario. Gracias!