En esta segunda entrega El Curi cumple además el sueño de grabar íntegramente el disco en Cuba y con un plantel de músicos todos cubanos. ¡Qué mayor honor!
El Caballero de La Habana es la consecución de una quimera. Como no le dejan residir permanentemente en la isla, él se nombra Caballero y entra por su propio pie en la leyenda de la ciudad de la mano de otro personaje no menos pintoresco: El Caballero de París, del que nos hablaba en la canción “Pendiente vivo del mar”, incluida en su anterior CD.
El Caballero de La Habana es un canto de amor pleno, al ritmo dulce de una habanera. También una celebración y una fiesta por todos los años compartidos con los habitantes más humildes pero más pícaros de la capital cubana; y con ellos se integra en el paisaje sentimental de la vieja dama.
SEXTETO MAGUEY
Emilio Sánchez: tres, guitarra y coros
Roland Jorrin: tres, guitarra y coros
Yerani Marange: bajo y percusión
Marlo Valdés: percusión y coros
Arelys Fernández: flauta
Juanpi: tumbadora
Grabado en el Estudio 3 de Radio Progreso, Habana, Cuba
"Antonio Curiel es un personaje curioso, superviviente de mil guerras en los setenta, se pega a las paredes de las ciudades que admira hasta involucrarse de cuerpo entero. Lo hizo en Bilbao con Zarama y Altos Hornos de Vizcaya, en Valladolid con Los buitres del Pisuerga y en Córdoba con The Curi Blues. En 1994 se quedó prendado de La Habana y ya lleva dos discos dedicados a la perla del Caribe. Este último grabado también allí mismo, embebido de clave y cubanía, y con algunos de los apellidos notables de la ciudad.
Inclasificable pero apasionado como pocos."
(El Ideal de Granada, 15/12/2006)
"Spanish international vagabond and rascally tenor Antonio Curiel presents another autobiographical expatiate reading of Cuban tradition, paired with El Sexteto Maguey, reflecting upon desperate love and the inexorable contradictions of daily life in his beloved Havana. Look him up next time you’re there."
(Folk Roots, Diciembre 2006)
The romance between Cuba and El Curi remains untouched. More than ever in love with the island, El Curi naturally turned himself into El Caballero de La Habana expressing all his troubles with the city of his passion.
El Curi fullfilled his dream to record an entire CD in Cuba with Cuban musicians. El Caballero de La Habana is the triumph over all problems. Not being allowed to live permanently on the island, he connects his story with another gentleman of the town, not less picturesque than himself “El Caballero de Paris” to whom he had given already tribut in his previous CD El Curi en La Habana.
El Caballero de La Habana is a sole love song on a sweet Habanera rhythm. A big merrymaking for all the years he shared with the most humbled but sly people of the cuban capital with whom he forms part of the sentimental ambience of the Old Lady.