Lewis Trío es una agrupación un tanto atípica, integrada por músicos cubanos afincados en España. Violin, piano y bajo son los instrumentos de que se valen estos muchachos -con un curriculum académico que quita el hipo- para presentar un jazz latino muy original.
El grupo lo fundó Ricarda G.Lewis en 1993 en Extremadura, donde reside y trabaja. En un principio constaba de violín, guitarra y bajo, pero al poder contar con su hermano Iván, excelente pianista que ha trabajado, entre otros, con Winton Marsalis y Patato Valdés, el piano tomó la plaza de la guitarra.
Ricardo G.Lewis ha pertenecido durante once años a la Orquesta Nacional de Cuba y ha integrado su Cuarteto de Cuerdas. Sus ídolos, a tenor de su música, no podían ser otros que Stephane Grappelli y Jean-Luc Ponty. El bajo corre a cargo de Alain Pérez, jovencísimo instrumentista que con 19 años ya formaba parte de Irakere, la inolvidable banda de Chucho Valdés.
El interés del Lewis Trío radica en su propuesta que, siendo tan especial, resulta totalmente coherente con el universo sonoro de la música cubana. El caldo de cultivo en que se desenvuelve el trío es el jazz; un afrojazz cubano abierto a todo el abanico temático de la isla. El violín de Ricardo Lewis aporta el swing; un swing con ecos clasicistas pero entroncado a la vez con la tradición popular de las charangas francesas (una de ellas, la de Enrique Jorrín inventó el cha-cha-cha). Es el instrumento líder de la formación.
Cuba ha dado grandes pianistas tanto en los ambitos clásicos como en los populares como en los del jazz. El de Iván es un piano cristalino, que no le gusta perderse en intrincados ejercicios de prestidigitación. Su claridad le permite desenvolverse libremente, sin tener que dar explicaciones, por cualquiera de los caminos por los que se aventure.