Marcelino Guerra, mejor conocido como Rapindey entre los viejos soneros cubanos, dejó la isla verde en 1944, después de cantar segunda voz con varias agrupaciones, incluyendo el Septeto Nacional de Ignacio Piñeiro. Es el autor musical de inolvidables boleros, "Convergencia" (1928) y "A mi manera" (1939), y de guajiras, sones y guarachas que han dado la vuelta al mundo, "Pare cochero" y "Me voy pa'l pueblo".
Vivió muchos años en Nueva York, trabajando y alternando con las mejores orquestas, los Afrocubans de Machito entre otras, antes de retirarse a Alicante, donde falleció pocos días antes de la presentación de este disco compacto en Bilbao Tropikal. Algunas de sus nuevas canciones se estrenan en la presente grabación.
Como cantantes invitados participan en este compacto: Jacqueline Castellanos, Omara Portuondo, Reinaldo Hierrezuelo y Reinaldo Creagh (ambos primeras voces de la Vieja Trova Santiaguera). En cuanto a los instrumentistas destacamos la confluencia de lo que podríamos denominar la trilogía del tres cubano: el propio Reinaldo Hierrezuelo, Pancho Amat o el mismísimo Compay Segundo.
"De esta nostalgia acumulada de muchos años, del añorar a Cuba, a Nueva York, a sus amigos, Marcelino ha sacado las fuerzas para producir este compacto maravilloso donde canta y guitarrea con la ayuda de otros grandes cantantes, algunos de sus contemporáneos y gente más joven. A veces solo, a veces a dúo, con la ayuda de excelentes músicos comandados por el tres elocuente y decidor de Pancho Amat, pasan por el mejor del fecundo repertorio de este compositor... Como se escucha en jazz las últimas grabaciones de Louis Armstrong o Alberta Hunter, o las del francés Maurice Chevalier, con la misma devoción hay que acercarse a este gran artista y su música.”
(Latin Beat)
Rapindey has created, on Rapindey, what amounts to a history of Cuban music; it represents the best work of a composer and performer who rose from poverty to become a legend and was key in the creation of modern Cuban music. In the 30's, he was successively a member of most of the great musical groups in Havana, mainly as segunda voz (singing harmony with the lead vocalist), while also building a reputation as a songwriter, creating music which has since become classic.
Guerra left Cuba In 1944, never to return; in New York, in the 40's and 50's, he worked with Machito's Afro–Cuban Orchestra and many other groups, all of whom added his compositions to their repertoire. In the seventies, after being away from music for many years, Rapindey made a triumphant return on recordings with Rubén Blades. He has lived in Spain for many years, and continued to compose prolifically before he died in 1996. Rapindey presents great music, beautifully performed by a master, and accompanied by some of the greats of Cuban music.