Vamos a Darle

Portada de Vamos a Darle

Huracán de Fuego nace en el Caribe Venezolano con el único fin de cantar y bailar el tambor. Un tambor, o mejor, unos tambores llevados al área de Maracaibo y a la región de las costas por negros esclavizados procedentes de lo que hoy es Angola, Congo y Zaire.

Cuando en muchos de esos lugares se ha perdido la tradición de los tambores, un grupo de jóvenes los recupera a varios miles de kilómetros y - con un océano por medio son los chimbangueles v los cumacos, grandes tambores que se tocan tumbados, sentándose el músico sobre su cuerpo de madera y utilizando el talón del pié contra el parche en busca de la afinación correcta.

Sólo percusiones y voces. Voces caribeñas, con la nasalidad típica de la zona, que cuentan historias picaras como "Bomba que bomba" o "La encubridora"; que nos hablan de la colonización, de la esclavitud, "Rebelión", "El Negro Primero"; que nos traen noticias de Venezuela o que, incluso, buscan su inspiración en el Antiguo Testamento. Canciones elaboradas con el recurso de llamada y respuesta, tan genuinamente negro.

PRENSA:

"Huracán de Fuego es una de las agrupaciones de percusionistas, cantantes y bailarines que recupera la rica tradición del tambor venezolano (lo que nosotros llamamos congas), concretamente de la zona de Maracaibo. Una tradición muy bien documentada en éste su primer disco y en el completo texto introductorio de su director, Néstor Gutiérrez. Los tambores cumacos proceden del Congo, y son esenciales para la danza, algo que uno no puede controlar al escuchar el disco: los pies se te van tras los tambores, y es que a pesar de la falta de otros instrumentos menos ancestrales, las composiciones originales de los distintos miembros de barajan con maestría la rumba (El dueño de la rumba) y el guaguancó (cualquier profano, entre los que me incluyo, creería al escucharlos que son cubanos) y consiguen sonar actuales y tribales a un mismo tiempo.También tiene mucho que ver esta música con la Corte de María Leonza, el equivalente venezolano del vudú haitiano o la santería cubana. Poderío rítmico, vocal y espiritual que quiere llamar la atención hacia el pasado (Venezuela canta, Tumba la caña) y el triste presente de un país maltratado: 'A Venezuela vamos a darle, si tú le das la mano yo le doy mi pie pá que Venezuela camine y trabaje como es'."

Esteve Farrés (Rockdelux)

ENGLISH:

Huracán de Fuego was born in Venezuela on the Caribbean for the sole purpose of singing and dancing to the drum. The drum, or to be more precise, an array of drums of all shapes, sizes and timbres were brough to the Maracaibo area and the regions near the coast by black slaves who came from what is today Angola, the Congo and Zaire.

Long after many of these places have their traditional forms of drums and drumming, a group of young men thousands of miles away and an ocean apart have undertaken the task of recovering these lost instruments. They are chimbangueles and cumacos, enormous drums played lying on their sides with the musician sitting on their wooden shells and using the heel of his foot against the drumskin to get the right tone.

Only percussion and voices. Caribbean voices with that nasal quality so characteristic of the region. Voices that tell sassy stories like "Bomba que bomba" or "La encubridora". Voices that speak to us of colonization and of slavery on "Rebelión" and "El Negro Primero". Voices that bring us news of Venezuela or even look for inspiration in the Old Testament. Songs fashioned around the genuinely black tradition of call and response.