Agua 'e Coco

Portada de Agua 'e Coco

Conmocionados aún por el derroche de energía y la explosión de ritmo y color, que supuso el directo de Vamos a darle, los venezolanos de Huracán de Fuego, regresan con una grabación más sabrosa, si cabe, que la primera.

En Agua ‘e Coco se mantienen los ejes motrices de la música de Huracán:

el rigor rítmico de los tambores cumacos, la estructura africana de las canciones utilizando el recurso de llamada y respuesta, la nasalidad vocal de los coros y la picardía caribeña de los textos.

Pero en Agua ‘e Coco hay algo más. Desde la primera escucha nos encontramos con un grupo más abierto, queriendo conectar con un público más amplio sin renunciar a sus premisas originales.

Con pequeños toques de instrumentos armónicos, como el cuatro, la flauta de orumo, o la marímbula, y la incorporación de otros tambores que enriquecen la tímbrica de los cumacos. Y con aproximaciones a los ambientes musicales de los pueblos vecinos, Colombia, Brasil y las Antillas, desde Cuba hasta Trinidad Tobago o Curaçao.

La rumba, el calipso, el samba, se cuelan de vez en cuando, aireando la densa atmósfera del ardiente Huracán.

Ahora, además, podemos conocer mejor la personalidad musical de Carlos Tález, Obardo Tales, Juan Antonio Basabe y Elvis Sánchez, integrantes de la primera línea de fuego de Huracán.

En Carlos Tález se concreta la identidad de Huracán de Fuego. Sus canciones conservan nítida la raíz del tambor negro ligado a una tradición cuyo hilo secular mantiene intacto su familia. Si en Vamos a darle nos dejó la canción estrella "Bomba que bomba", aquí entrega un homenaje a Oscar de León, La rumba vive en ti, y dos piezas llenas de melancolía en las que queda patente su gusto por el melisma, "Lo que busco en ti" y "Soñando con ella".

Obardo Tales aporta la magia a Huracán. Posee un talento natural para crear música, sin importarle fronteras. Queda claro en "Apretaíto", "Agua e´Coco" y "El gozón". ¡Casi nada!. Juan Antonio Basabe es la improvisación pura. Sus canciones están hechas de un tirón. Marcadas por la cadencia del guayo, en ellas palpita viva la calle. Así fue en la incendiaria "La Encubridora" y así es en "La Pela", "Papa O" y "¿Por qué te vas?".

Elvis Sánchez, el más joven, a la expectativa, refresca la escena y anda buscando el equilibrio con composiciones limpias y bien organizadas. Suyas son "Bendíceme", "Santo Negro", "María Congá" y "Me voy pa’ Chuao".

Tras ellos, encabezando la banda de tamboreros, Néstor Gutiérrez se sitúa en el ojo del Huracán. Pura locura convertida en pasión desbocada por el ritmo.

Agua ‘e Coco fue presentado en directo durante los meses de junio y julio. De nuevo un album de culto a San Juan y San Benito, los dos santos –blanco y negro- ubicados estratégicamente en los solsticios de verano e invierno. En esa ocasión, en compañía de un santo más mundano, patrono mayor de los soneros venezolanos, Oscar de León.

ENGLISH:

Still astonished from the tremendous display of energy and the explosion of rhythm and color, that was presented by the Vamos a darle tour, the Venezuelans of Huracán de Fuego, return with a new recording even zestier than their first one.

In Agua ‘e Coco, Huracán maintains the main characteristics of their music: the rhythmic accuracy from the cumacos drums, the use of the characteristic African call-and-response song style, nasal sounding vocals in the choruses, and the mischievous Caribbean lyrics.

However, there is somethin!g more in Agua ’e Coco. From the very first listen, we find a very open group, wanting to connect more intensively with the audience without compromising their original intentions. With minor playing of melodic instruments, like the cuatro, orumo flute, or the marimbula, and with the incorporation of other percussion, all enrich the timbre of the cumacos. And with the proximity of the neighboring musical environments, Columbia, Brazil, and the Antilles Islands, from Cuba to Trinidad Tobago or Curaçao.

Rumba, calypso, samba gently sneak in from time to time through Huracán’s dense fiery atmosphere.

Now we can even have a better insight into the musical personalities of Carlos Tález, Obardo Tales, Juan Antonio Basabe y Elvis Sánchez, the members in Huracán´s front line.

Carlos Tález defines Huracán de Fuego´s identity. His songs clearly conserve the black drum´s roots stuck in a tradition which maintains the secular thread intact with its family.

If in Vamos a darle he gave us the top hit "Bomba que bomba", here he supplies a homage to Oscar de León, "La rumba vive en ti", and two other pieces filled with melancholy in which obviously display his taste for melismas, "Lo que busco en ti" y "Soñando con ella".

Obardo Tales contributes the magic to Huracán. He posesses a natural talent to create music, without giving any importance to any borders. This is cleary demonstrated in "Apretaíto", "Agua ‘e Coco" y "El gozón".

Juan Antonio Basabe is pure improvisation. His songs are done in one shot. Marked by the guayo cadence, in them the street beat’s alive. This is how the fire was raised in "La encubridora" on their first CD and here again in "La pela", "Papa O", and "¿Por qué te vas?".

Elvis Sánchez, the youngest in the group, refreshes the scene and looks for balance with clean, well-organized compositions. His are "Bendíceme", "Santo Negro", "María Congá", and "Me voy pa’ Chuao".

Behind them, leading the band of drummers, Néstor Gutiérrez sits in the eye of the hurricane. Pure madness converted by rhythm into runaway passion.

Agua ‘e Coco was presented live in concert during the months of June and July. Once again, a cult album to Saint John y Saint Benedict, the two saints -white and black- strategically situated in the summer and winter solstices. On that occasion, they where in the company of the great Venezuelan sonero, Oscar de León.

PRESS:

"´Wow` is the only word to describe the vital energy that powers music by the aptly-named six-man group Hurricane Of Fire, who will surely put Afro-Venezuelan dance grooves on the map this summer. This is roots percussion with exhilarating voices soloing and chorussing over ricocheting rhythms. Every track is stunning, each built on incandescent layers of bristling percussion: Agua ´e Coco (Coconut Milk) itself is an upbeat sweet love song with a calypso-soca undertow, others have hip-hop and rap influences.

Celebratory pieces like ´La Rumba Vive en Ti` (Rumba lives in you) and the ´Fiesta de Tambores` (Drum Party) totally mark the group out as top percussionists using drums played all over the Americas and beyond, from sacred batá to congas to ´bombo` to djembe. Interestingly they also use older instruments like the large plucked ´marimbula` thumb piano as bass. Their call to the Orisha deity Obtalá in the rumba reveals them fully grounded in sacred Afro-Latin religious rhythms, comparable to Cuban Santería. This also comes through in the vibrant call and response for ´Me Voy pa' Chua` dedicated to the San Juan Festival.

The rapped ´Papa O` uses eerie-sounding, high-pitched indigenous flutes and drum to evoke Venezuela's other hidden population.

Every track deserves five star description. I cannot recommend this record enough and I'm still understating the case. Similar pulsing energy has been at the heart of the recent re-vitalisation of Cuban rumba in Havana, created by musicians of the same 20s generation. The Gods are on the move - share their energy."

Christine Charter (fROOTS MAGAZINE, july 2003)